El agobio es un sentimiento caracterizado por una sensación de opresión, estrés y carga excesiva de responsabilidades o situaciones difíciles. Se experimenta como una presión intensa que puede generar malestar emocional y físico.

Como sentimiento, el agobio puede tener tanto beneficios como consecuencias negativas. En términos positivos, puede ser un motivador para tomar acción y buscar soluciones a los problemas que lo generan. El agobio puede impulsarnos a organizarnos, establecer prioridades y enfocarnos en resolver los obstáculos.

Sin embargo, las consecuencias negativas del agobio son más frecuentes. Puede generar ansiedad, angustia, irritabilidad, insomnio y otros trastornos emocionales. A nivel físico, puede manifestarse mediante dolores de cabeza, problemas digestivos, fatiga y debilitamiento del sistema inmunológico.

Existen diferentes tipos de sentimientos asociados al agobio. Algunas personas pueden sentirse abrumadas y desbordadas por una carga excesiva de trabajo, responsabilidades familiares o situaciones económicas difíciles. Otros pueden experimentar agobio ante situaciones de presión social, como hablar en público o enfrentar conflictos interpersonales. Cada individuo puede tener una respuesta emocional diferente al agobio, pero en general se caracteriza por una sensación de agotamiento y desesperanza ante la situación que lo genera.