La dominación es un sentimiento o actitud que implica tener poder o control sobre otros individuos o situaciones. Es una sensación de superioridad y autoridad, donde una persona busca imponer su voluntad y ejercer su influencia sobre los demás.

Como sentimiento, la dominación puede tener tanto beneficios como consecuencias negativas. Algunos de los beneficios pueden incluir el logro de objetivos personales o profesionales, la satisfacción de tener el control y la capacidad de influir en los demás. Sin embargo, las consecuencias negativas de la dominación pueden ser la falta de empatía hacia los demás, el abuso de poder, la opresión y la generación de conflictos o resentimientos.

Existen diferentes tipos de sentimientos hacia la dominación. Algunas personas pueden sentirse atraídas por la sensación de poder y control que les brinda la dominación, mientras que otras pueden experimentar miedo, resentimiento o rechazo hacia aquellos que intentan dominarlos. También puede haber quienes se sientan indiferentes o neutrales frente a este sentimiento, o incluso aquellos que lo consideren necesario en ciertos contextos, como en el liderazgo o la toma de decisiones. En general, los sentimientos hacia la dominación varían según las experiencias, los valores y las creencias de cada individuo.